En la industria hay consenso en que se requiere normalizar las tarifas eléctricas congeladas desde 2019, por lo que hay que elevar las ayudas para enfrentar el shock de precios que seguirá en los semestres venideros.
Una inusual alza en las cuentas de la luz se avecina a partir del próximo mes. Con la publicación del decreto del Valor Agregado de Distribución (VAD), las empresas eléctricas podrán comenzar a cobrar las nuevas tarifas que habían permanecido congeladas durante varios años. Pero a partir del 1 de julio se debe sumar un segundo cobro relacionado con el costo de la energía y, posteriormente, uno por la transmisión, de los que solamente hay informes preliminares.
Según los cálculos del académico de la Universidad de Santiago Humberto Verdejo, dependiendo del consumo y el lugar de residencia, los ajustes varían (ver infografía). En el caso de los usuarios de menor consumo (bajo $45 mil), el impacto en Valparaíso es de un alza de 21%, pero se empina al 32% en Copiapó, o 33% en Puerto Montt. En aquellos casos cuyo consumo supera los $65 mil, se repiten las más afectadas, con Santiago (39%), Copiapó (51%) y Puerto Montt (37%).
Sin embargo, ante la magnitud de la deuda que se arrastra con las empresas de generación, estos incrementos se mantendrán en los próximos semestres, cuando se actualicen nuevamente las tarifas, rondando un promedio del 60% a partir de 2025.
Humberto Verdejo detalla que existen alternativas para suavizar las alzas en los informes finales, asociadas al tipo de cambio que se utiliza para los cálculos, o traspasar solo una parte de los aumentos previstos a los clientes.
“Esto hace que se incremente la deuda hacia el futuro. Pero es una herramienta o un parámetro que puede ser ajustado en los saldos para el semestre siguiente”, dice el experto, quien apunta a que es clave conseguir más recursos para los subsidios que hoy suman US$ 120 millones, de los cuales US$ 20 millones los entrega el Estado.
“Lo que habría que intentar hacer es que más allá de maximizar la cobertura, que el efecto final en tarifas pudiese ser el máximo posible. De tal manera que se vea que el subsidio aporta a pagar la cuenta final y no que sea un descuento casi marginal”, plantea.
Alzas necesarias
Desde el Ministerio de Energía señalaron que el alza tiene su origen en el congelamiento de precios y que “son necesarias para el funcionamiento del sistema”, ya que de no haberse tramitado la Ley de Estabilización, las alzas serían mucho más significativas.
En cuanto al subsidio, el ministro de Energía, Diego Pardow, recordó que se está implementando por primera vez, por lo que se requiere cruces de información respecto al Registro Social de Hogares (RSH), y que junto al Ministerio de Desarrollo Social trabajan en la implementación de un sistema de postulación y posterior asignación de este beneficio.
“Es necesario recordar que este subsidio eléctrico es una medida que se aprobó transversalmente en el Congreso como parte de la discusión de la Ley de Estabilización aprobada a fines de abril y publicada en el Diario Oficial en mayo”, dijo Pardow.
En ese escenario, se estima que la entrega de todo el subsidio correspondiente al segundo semestre del 2024 se verá reflejado en las cuentas de electricidad de octubre. Desde 2025, la entrega sería mensual.
“Lo más valorable de la política pública es el descongelamiento, porque permite sincerar las cuentas y normalizar los flujos de las empresas generadoras (…); pero como implica un shock de precios, el subsidio es clave para poder contener los problemas políticos que pueden derivarse del descongelamiento”, plantea el abogado de Libertad y Desarrollo, Juan Ignacio Gómez.
Desde la comercializadora Evol Services añadieron que hay un impacto notorio, pero que es insostenible seguir manteniendo los precios estabilizados y continuar acumulando deudas con las empresas, recordando, además, que ya se han implementado leyes para descongelar las tarifas de manera gradual, pero que no se han cumplido las condiciones establecidas en estas leyes.
“Pensar en un cuarto proyecto que tenga por objetivo suavizar las alzas nos parece no solo impracticable, sino que también pondría en jaque al sector eléctrico”, advierte Daniela Halvorsen, de Evol Services.
