Las baterías de litio han sido una solución eficiente para almacenar energía eléctrica, provocando transformaciones significativas para la sociedad e impactando en aspectos clave como el suministro eléctrico residencial, la movilidad en el transporte público o privado, en la cadena logística y en las operaciones de diversos sectores productivos, por mencionar algunos.
En concreto, las baterías de litio han permitido generar alternativas sostenibles para almacenar y transportar energía en el hogar y en la industria, optimizando el consumo energético y reduciendo emisiones.
Pero eso no es todo: hoy existen grandes esfuerzos en investigación y desarrollo de diversas tecnologías para mejorar las prestaciones de las baterías de litio o para reemplazarlas, con lo que se incrementarán las oportunidades para la innovación y el progreso económico.
En el ámbito doméstico, las baterías están democratizando el acceso a la energía renovable al permitir a los hogares generar, almacenar y consumir su propia energía, mientras que la descentralización del suministro eléctrico crea oportunidades para el crecimiento de empresas emergentes en el sector de la energía solar y eólica, de la mano de tecnologías de gestión energética inteligente que optimicen el uso de la energía almacenada.
En cuanto a movilidad, la adopción masiva de vehículos eléctricos —impulsados por baterías de litio— está generando una cascada de oportunidades en la industria automotriz y más allá, como la creciente demanda de baterías de mayor capacidad y rendimiento que está estimulando la inversión en investigación y desarrollo de nuevas tecnologías en el sector transporte y, paralelamente, en infraestructura de carga rápida y redes inteligentes de gestión de flotas.
En el ámbito industrial, el uso de baterías para almacenar energía en redes eléctricas está generando oportunidades para la optimización de sistemas de energía renovable a gran escala y, simultáneamente, para el desarrollo de servicios que respondan a la demanda y gestionen la energía de manera eficiente. Además, la electrificación de maquinaria y vehículos pesados ha impulsado su adopción en sectores como la construcción, la minería y la logística, donde la eficiencia y la sostenibilidad son cada vez más importantes.
En resumen, las baterías no solo están revolucionando la forma en que consumimos la energía y en cómo nos movemos, sino que también están generando nuevos espacios para la innovación y el crecimiento económico. A medida que continuamos avanzando hacia un futuro energético más limpio y sostenible, las baterías seguirán desempeñando un papel fundamental como habilitadoras de la transformación hacia una sociedad más resiliente, eficiente y conectada.
Columna de Francisco Urra, Head of Commercial EVOL.
El Mercurio 16 de mayo 2024
